El Alto Valle de Río Negro ofrece un entorno único para filmar, donde la naturaleza y la producción conviven en armonía. Sus ríos anchos y caudalosos, junto con una red de canales de riego, dan vida a extensos cultivos de manzanas y peras.
Además, la región cuenta con bodegas de vinos reconocidas internacionalmente, que aportan no solo un paisaje atractivo, sino también una historia de dedicación y transformación humana ideal para contar en la pantalla.