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Fruticultura

Río Negro transforma el orujo de manzana en oportunidad productiva

Río Negro vuelve a dar un paso firme en la construcción de una matriz productiva diversificada y sustentable. La reciente publicación en el Boletín Oficial de la Nación, que incorpora el orujo de manzana seco al Código Alimentario Argentino, habilita a la Provincia a avanzar en nuevos desarrollos que vinculan producción, ciencia y agregado de valor.

Fecha: 29 de julio de 2025
El orujo de manzana seco es un subproducto generado por la industria juguera y sidreraCrédito: Gobierno de Río Negro

La incorporación del orujo de manzana seco al Código Alimentario Argentino habilita nuevas posibilidades para la industria frutícola rionegrina, a través de la reciente publicación de la Resolución Conjunta 39/2025 en el Boletín Oficial de la Nación.

El orujo de manzana seco es un subproducto generado por la industria juguera y sidrera, compuesto en un 95% por pulpa y cáscara, y en menor proporción por semillas y pedúnculo. Representa entre el 25 y 30% del peso total de la manzana y hasta ahora era descartado o destinado a usos marginales. Sin embargo, posee alto contenido de fibra, antioxidantes naturales y azúcares, lo que lo convierte en un insumo estratégico para la industria alimentaria.

Con esta resolución, Argentina reconoce su potencial y habilita su uso como ingrediente directo o molido en alimentos como galletitas, panes, barritas de cereal, pizzas, infusiones, rebozadores o suplementos funcionales. Una puerta abierta para que Río Negro ponga en marcha nuevas cadenas de valor.

“No se trata solo de habilitar un ingrediente. Estamos frente a una oportunidad concreta de reconvertir un residuo agroindustrial en un motor de desarrollo, con innovación, con empleo local y con visión de futuro”, expresó Facundo Fernández, Secretario de Fruticultura de Río Negro.

En 2024, más del 27 % de la manzana producida en el país fue destinada a la industria, lo que generó más de 115.000 toneladas de orujo en la provincia. Ese volumen hoy puede ser recuperado y transformado en nuevos alimentos o suplementos, en articulación con universidades, empresas de base tecnológica y pymes regionales.

“Venimos trabajando con investigadores, universidades y tecnólogos alimentarios en cómo aprovechar el orujo con procesos locales. Río Negro tiene capacidad, talento y estructura para transformar este avance normativo en una oportunidad concreta para nuestra gente”, agregó Fernández.

La medida se enmarca en las estrategias del Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, pero cobra en Río Negro una dimensión distinta: no solo mejora el uso de recursos, sino que fortalece la identidad productiva frutícola con nuevos horizontes de comercialización, consumo interno y exportación.

Este avance también permite alinear al sector frutícola con los mercados que demandan alimentos saludables, naturales y con menor huella ambiental. En un contexto donde las tendencias globales valoran la trazabilidad, la circularidad y el uso integral de los productos agroindustriales, Río Negro se posiciona como actor clave.

“Cuando hablamos de agregado de valor hablamos también de soberanía, de arraigo, de futuro. Esta resolución puede ser el punto de partida de nuevos emprendimientos, nuevas tecnologías y nuevos empleos que surjan del corazón de nuestra producción regional”, concluyó el funcionario.

Desde hace años, el Gobierno de Río Negro trabaja para fortalecer el perfil agroindustrial de la provincia. Esta nueva etapa en la historia del orujo de manzana no es casual: es el resultado de una estrategia que apuesta por la articulación entre Estado, ciencia y producción para seguir generando oportunidades donde antes había descartes.

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